¿Las condiciones climáticas extremas, como las tormentas, no sólo pueden afectar nuestra vida diaria y nuestros planes de viaje, sino que también pueden tener un impacto en nuestra salud?
¿Puede el tiempo tormentoso afectar realmente a nuestra salud mental?
Los psicólogos clínicos afirman que la reciente aparición repentina de tormentas podría tener repercusiones más graves en nuestra salud mental, sobre todo para quienes ya se han sentido emocionalmente agotados este año.
Muchas personas experimentan depresión invernal, como bajo estado de ánimo y falta de energía y motivación, y a menudo duran semanas. Hay una serie de factores que contribuyen a estos sentimientos, como la reducción de las horas de luz, los cielos nublados y los días lluviosos.
Las condiciones meteorológicas extremas, incluidas las tormentas, pueden poner a prueba nuestro organismo, sobre todo si no estamos preparados para afrontarlas.
A pesar de nuestra capacidad de recuperación, muchos de nosotros seguimos siendo sensibles a los cambios y a la incertidumbre que pueden generar los acontecimientos inesperados.
Sin duda, las tormentas pueden afectar a nuestro estado de ánimo, sobre todo si no estamos preparados para ellas, y pueden poner patas arriba muchas cosas de nuestra vida, como llegar a tiempo a nuestros destinos, alterar los planes de socialización y afectar a nuestros horarios de trabajo, lo que puede afectar a nuestro estado de ánimo normal de muchas maneras.
Las tormentas pueden rebajar nuestro estado de ánimo, por ejemplo: “Todo es una mierda, no se ve el final”. A veces podemos trasladar este sentimiento a nuestra vida personal, por ejemplo: ‘Mi vida está llena de tormentas y nunca acaba’.